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Vigila su respiración. La apnea del recién nacido

apneaLa apnea es, afortunadamente, un problema de salud bastante infrecuente en los bebés. Y también afortunadamente, en la mayoría de los casos se resuelve de forma espontánea. No obstante, el control médico es clave para evitar complicaciones.

La apnea se define como un episodio de ausencia de flujo respiratorio. En los niños en edad preescolar, la causa más frecuente de este trastorno respiratorio es el Síndrome de Apnea Hipopnea de Sueño (SAOS), una patología que se caracteriza por una obstrucción parcial prolongada de la vía aérea superior y/o obstrucción intermitente completa, que interrumpe la ventilación normal durante el sueño y los parones normales del mismo.

Sin embargo, como explica la doctora Francisca Romero, médico adjunto de la Sección de Neumologia Pediátrica del Hospital Niño Jesús, de Madrid, las causas  de este trastorno respiratorio I entre los lactantes son bien diferentes. ¿Y por qué se produce la apnea en niños tan pequeños? Pues, sobre todo, por la inmadurez del área del cerebro que controla la respiración. Así ocurre en algunos casos de prematuridad, aunque el riesgo varía en función de la edad gestacional al nacimiento. Cuanto más prematuro es el bebé, más posibilidades tiene de padecer apnea, añade esta especialista del Hospital Niño Jesús.

Eso si, la buena noticia en estos casos es que la mejora de ellos se resuelve de forma espontánea sin tratamiento, a medida que el pequeño va cumpliendo semanas de vida, y su cerebro se va desarrollando adecuadamente.

Cuando el bebé ha nacido a término, es posible que la apnea no sea un signo de inmadurez orgánica sino un síntoma de alguna patología, como reflujo gastroesofágico, alteraciones metabólicas o infecciones de las vías respiratorias -por ejemplo, la causada por el virus respiratorio sincitial VRS), responsable de la bronquiolitis.

La clave, el diagnostico

Determinar qué clase de apnea padece el lactante es responsabilidad del médico. Pero, ¿qué hace sospechar al pediatra que el bebé tiene este problema? Pues, además de las pausas en la respiración, la apnea puede acompañarse de cambios en la coloración de la pie -que se torna azulada- y fatiga en las tomas.

En esos casos, en los que se sospecha la existencia de apnea o si el niño tiene un, cierto riesgo por haber nacido prematuramente, el pediatra puede remitirle a un especialista que valorará la posibilidad de ingresarle en el hospital para monitorizarle y, si fuera necesario, realizarle un estudio polisomnográfico del sueño. Una vez se ha confirmado el diagnóstico, el médico prescribe el tratamiento: los casos provocados por la prematuridad se suelen resolver espontáneamente con la maduración de las vías necrológicas.

¿Y qué pueden hacer los padres en casa? Pues siempre es beneficioso que tengan en cuenta las recomendaciones de los pediatras sobre el sueño de los niños: poner a dormir al bebé boca arriba, no arroparle demasiado y mantener una temperatura agradable y estable en la habitación.

La Apnea Obstructiva del Sueño es la más frecuente en la infancia, sobre todo en los niños de 2 A 6 años. Se produce por una obstrucción de las vías respiratorias causada, fundamentalmente, por una hipertrofiadeamigdalas y/o vegetaciones. Los síntomas más característicos son el ronquido y las pausas de apnea, acompañados de interrupciones del sueño durante la noche y signos de superactividad por el cita En estos casos, el tratamiento es quirúrgico, con la extracción de las vegetaciones y/o las amigdalas.