La detección precoz de muchas malformaciones congénitas e, incluso, el nacimiento de bebés libres de patologías genéticas. Sin embargo, los padres deben saber que a pesar de la tecnificación de la medicina y estos grandes avances en diagnóstico prenatal, aún hay casos que no se pueden diagnosticar, porque algunas anomalías no tienen traducción anatómica; y que a pesar de los éxitos logrados con el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), hay patologías hereditarias que no pueden evitarse con esta técnica.
La fiabilidad de estos procedimientos es enorme y los resultados obtenidos muy bueno, pero aún queda mucho por hacer y por investigar.