Carece de una explicación fisiológica o médica por lo que se achaca, por un lado, al crecimiento que en los últimos meses experimenta el bebé y, por tanto, el volumen del abdomen de la madre, y que dificulta los movimientos. El diafragma se desplata hacia arriba y presiona la vena cava cuando estás tumbada boca arriba, lo que puede producirse mareos. Tampoco hay que olvidar que se entra en una fase en la que la preocupación e incluso el miedo al parto se acentúan, lo que hace que tu sueño se altere.
¿Qué puedo hacer?
Pasear tranquilamente a media tarde, tomar una ducha de agua tibia y hacer una cena ligera pueden ayudarte a conciliar el sueño. Antes de acostarte puedes probar con un vaso de leche caliente o una infusión relajante de valeriana. Si la cosa empeora y llevas tres noches sin pegar ojo, coméntalo con tu médico para que estudie la conveniencia de que tomes algún fármaco de forma ocasional. A la hora de dormir prueba a hacerlo de lado con un almohadón sobre la tripa, sobre el que colocarás la pierna del lado de arriba con la rodilla flexionada y la de abajo estirada