Todos los recién nacidos lloran al menos de una a tres horas al día. Puede resultar difícil saber qué le sucede, pero con el paso del tiempo aprenderás a distinguir las necesidades de tu hijo. Lo más seguro es que se trate de siguientes causas:
· Hambre. Ofrécele el pecho o si no lo toma, el biberón. Si tiene hambre comerá y si no, tal vez quiera estar a tu lado.
. Incomodidad. Cámbiale de pañal, y asegúrate de que la ropa que lleva puesta no le irrita. Si son gases, ayúdale a eructar sujetándole derecho y tirando de la barbilla hacia arriba.
· Soledad. Puedes darle muchos abrazos y mimos (tranquila, no se malcriará)
· Temperatura. La habitación del cebé debe estar a unos 21-22°C de día y unos 18°C de noche.
· Cansancio. Si ha sido sobre estimulado por ejemplo si habéis recibido muchas visitas, llévatelo a un sitio tranquilo. A los bebés les gusta que les acunen cuando sienten desorientados.
. Enfermedad. Si el llanto parece más urgente delo normal o más agudo, si está sustituido inusualmente decaído o tiene una erupción o está muy caliente, puede estar enfermo.