La llegada de un bebé supone un nuevo reparto de papeles en el hogar: la mamá y el niño son las estrellas principales de la película y el papá… ¿el «actor secundario»? En muchos casos sí, pero no deberla ser así. Lograr que papa y mamá se repartan las tareas de forma equilibrada es un reto alcanzable si ambos están dispuestos.
Aunque en el mundo de la familia no existen recetas mágicas y cada pareja debe buscar su fórmula de éxito, lo cierto es que si hay pautas que contribuyen a lograr la compenetración entre los padres.
La sociedad va evolucionando y el tiempo en el que el hombre «ayudabas a la mujer ya se ha superado. Ahora se demanda compartir, y en el más amplio sentido de la palabra. El hombre debe tomar parte activa en el hogar y especialmente en todo lo referente a la educación y al cuidado de los hijos. Los psicólogos aseguran que compartiendo las responsabilidades familiares se crean los verdaderos lazos de unión tanto con la descendencia como con la pareja.
Tradicionalmente se argumentaba que las diferencias biopsicológicas entre los sexos otorgaban a la mujer una mayor predisposición innata para el cuidado de los hijos. Sin embargo, los estudios indican que la capacidad para cuidar a los niños es la misma en el hombre que en la mujer. La mayor dedicación de las madres provoca que se vinculen antes y sean más afectuosas. La naturaleza ha privado a los hombres de los nueve meses de embarazo, pero investigaciones recientes aseguran que ellos también se preparan biológicamente para el nacimiento de un hijo. Las alteraciones físicas que estimulan su instinto paternal, como el cambio en sus niveles de prolactina, cortisol o testosterona, son un hecho científicamente probado.
La guerra de los sexos
A pesar de todas estas reflexiones, es innegable que hombres y mujeres viven de forma diferente la crianza de los hijos. «Mientras ella lee con sumo interés un libro que explica con todo lujo de detalles por qué mi hija se enrabieta con tanta facilidad, yo pongo la tele y veo un capítulo de House. Esta anécdota que comenta Javier Serrano en el prólogo de su libro Papá, el niño también es tuyo explica muy gráficamente la situación de muchas parejas. «Aunque queda mucho camino por recorrer, vamos avanzando en la buena dirección en lo que se refiere al reparto de tareas. Ahora que la gran mayoría de las mujeres se ha incorporado al mercado laboral, también la Gestión de los hijos» tiene que cambiar. asegura Javier.