Tan lejos como puedan. La autonomía es una conquista muy ardua. Hay que ayudarles a hacer cosas solos y a creer que pueden hacerlas.
Empezar a caminar es el principio de la independencia y como a la vez también se vuelven más hábiles con las manos, están listos para la acción. Claro que sus acciones tendrán inconvenientes, serán torpes, serán lentas… Pero de la paciencia y la confianza de los adultos dependerá no sólo que cada vez se vuelvan más hábiles, sino que tengan o no confianza en sí mismos.
Para ayudarles en su autonomía conviene saber qué se espera que logren en esta etapa, teniendo siempre en cuenta que las edades son aproximadas y que las capacidades de cada uno varían entre márgenes amplios.
¿Qué puede hacer el?
Nuestro pequeño incorpora casi una cosa nueva cada día. Éstas son algunas de las habilidades que empieza a desarrollar:
- Movimientos de brazos y piernas, puede coger cosas y trasladarlas. Le encanta hacer recados del tipo «Llévale esto a mamá que está en el salón» o «Dale esto a papá».
- Movimientos más finos de la mano. Es capaz de manipular objetos pequeños como las pieza de un rompecabezas, pasar las páginas de un libro o pintar con colorines.
- Coordinar movimientos para abrir y cerrar tapas, cajones o puertas.
- Poner juguetes en una caja 0 recogerlos del suelo. Colocar las servilletas en la mesa.
- Comer solo. En estos dos años recorrerá todo e camino: desde ponerse perdido con un plátano hasta manejar con destreza el tenedor.
- Vestirse. Irá poco a poco, a los tres años consigue desvestirse por completo. En cuanto a vestirse, es más difícil: podrá ponerse los calcetines los pantalones (a veces hay que ayudarle si tienen cierre el pijama y ser casi autónomo par quitarse y ponerse la ropa cuando vaya al baño.
- Lavarse las manos y la cara. Hay que tener e] cuenta la altura, en general es necesario que s suba a un banquito para utilizar cómodamente el lavabo.