Circulan de boca en boca como antiguas leyendas urbanas. «Si bebes mas leche, produces más leche». «Si bebes cerveza, tienes más leche», «La leche aguada no es buena para el bebé». Olvídate de todos ellos, pues tienen poco o nada de cierto.
* Todas las mujeres pueden amamantar, aunque tengan el pecho pequeño o su bebé haya nacido por cesárea.
* Tener mucha leche no es cuestión de herencia. Poner al niño a mamar a menudo sí te ayudará a producir más leche.
* No es necesario vaciar los dos pechos por completo en cada toma.
* La lactancia materna no facilita la depresión posparto. A1 contrario.
* Los bebés no son alérgicos a la leche de su madre. Pueden ser alérgicos a las proteínas de la leche de vaca que su madre toma y que le llegan cuando mama, pero no a la leche materna.
* La lactancia frecuente no provoca obesidad infantil. A1 contrario. Un estudio del 2007 reveló que la leptina, una proteína de la leche materna, protege más que la artificial (que no la contiene) contra la obesidad en edad adulta.
*No hay que beber mucha leche para tener más. ¿Conoces alguna especie de mamífero cuyas madres tomen leche mientras amamantan a sus crías?
* Beber cerveza tampoco aumenta la producción láctea. Es cierto que estimula la liberación de prolactina, pero no por su composición, sino por la presencia de un polisacárido de la cebada.