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La ruptura de la bolsa de aguas antes del parto

parto-prematuro_bebeguia

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Dentro del útero, el bebé flota en el liquido amniótico, que está contenido en una especie de bolsa formada por unas finas membranas: la bolsa de las aguas Cuando se inicia el parto, las membranas se desgarran (no es en absoluto doloroso) para que fluya el liquido amniótico y el niño pueda salir En general, son las contracciones las que, al tensar el útero, hacen que cedan las membranas

Cuando es clara la ruptura de esta bolsa se manifiesta por un flujo bastante abundante (unos 20 cl) de un liquido tibio y transparente, parecido al agua. Es lo que se llama romper aguas.

Después de este derrame súbito, el liquido seguirá saliendo hasta el parto, aunque en menor medida; la mayor parte saldrá junto con el bebé. Cuando las membranas sólo se han fisurado y no se han roto netamente, el liquido amniótico se derrama muy progresivamente, de forma continua hasta el nacimiento En ese caso, se puede creer que se trata de una incontinencia de orina, de pérdidas vaginales muy liquidas, que a veces se tienen al final del embarazo, o de la pérdida del tapón mucoso.

El tapón mucoso está formado por una sustancia pardusca, a veces teñida de sangre, que cierra el cuello uterino y que se expulsa cuando éste comienza a formarse. Si se tiene alguna duda en la naturaleza de un derrame (agua, sangre, mucre orina, pérdidas), no hay que dudar en ir a la maternidad para saber de qué se trata. I

También puede romper aguas en cualquier sitio. La ruptura de la bolsa de los aguas es imprevisible. A veces, precede a cualquier tipo de contracciones, pero también puede llegar después de condiciones largas e incluso al final del parto. En ocasiones la bolsa permanece intacta hasta el nacimiento que lo más habitual es que el médico se encarguen de romperla con un aguja especial.