En opinión de Roberto uno de los 2960 hombres que en el último año han pedido una excedencia para cuidar de un hijo, dos condiciones han de darse para poder tomar esta decisión: querer y poder.
Y Roberto se alegra de haber tenido la valentía de hacerlo. «Nunca podré saber que es darle el pecho, pero me he pasado seis meses con mi niña y estoy muy orgulloso de su «papitis».
También es muy provechoso el parón de tu frenética actividad laboral. Te da tiempo a pensar mucho y pones en orden tu escala de valores. Pero para recorrer juntos este camino hacia la igualdad, los hombres han de dar un paso y la mirada de las mujeres también ha de cambiar. Aunque después de pasar por esta experiencia yo sí que entiendo infinitamente más a nuestras madres algunas de ellas no me entiende a mí.
He oído comentarios como mira que bien se le da, parece mentira».