Si tomas precauciones al primer sintoma de edema o hinchazón de piernas en el embarazo, podrás frenar la aparición de varices. Con unos cuidados básicos, podrás lucir unas piernas preciosas.
L a retención de líquidos y la aparición de varices son los peores enemigos de la belleza de las piernas durante el embarazo. Responden a una mala circulación sanguinea de retorno y linfática, y su aparición no sólo representa un problema estético. Tratar este trastorno a tiempo con los medios adecuados puede evitar consecuencias negativas para la salud en el futuro. ¿Cómo? Se puede recurrir a la presoterapia y a los masajes de drenaje linfático cuando existe edema o hinchazón de los miembros inferiores, ya sea por insuficiencia venosa con o sin varices, o por retenciones linfáticas. Estos tratamientos no tienen ninguna contraindicación en el embarazo y sirven para mejorar los sintomas de pesadez y cansancio, pero sobre todo la hinchazón.
Buenos remedios
Las medidas preventivas deben ser más estrictas y rigurosas en su aplicación durante la gestación, ya que la hipertensión venosa durante el embarazo es un factor de riesgo varicoso muy alto. Por este motivo, es importante mantener una dieta equilibrada y evitar la exposición al sol en horas punta, asi como los baños calientes, el empleo de prendas de ropa ajustadas, que dificulten el retorno venoso, y permanecer sentada o de pie por tiempo prolongado -debes levantarte y dar cortos paseos-. Procura descansar elevando las piernas, darte duchas con agua fría en los miembros inferiores, masajear las piernas con crema drenante desde el pie hacia el muslo, estirarte en la cama levantando las piernas y haciendo como si se pedalearas en una bicicleta, ponerte frecuentemente de puntillas y al contrario, apoyar los talones y elevar el antepié cuando se debe permanecer mucho rato sentada o de pie por motivos de trabajo y, por último, practicar ejercicio de manera habitual con paseos frecuentes, bicicleta y natación.