Empezar con un buen desayuno es fundamental. Si al niño le gusta tomar el biberón de la mañana, no existe ningún motivo para suprimírselo. Puede beber de 200 ml a 250 ml de leche de continuación, sin olvidar unas cuantas cucharaditas de cereales especiales para niños. En este momento, la mezcla puede ser más espesa que al principio. Debe tenerse en cuenta la consistencia preferida del niño. Para conseguir la consistencia deseada tendrá que incluir mayor o menor cantidad de cereales para papillas, según el tipo y la composición.
Si al niño no le apetece tanto el biberón, puede prepararle la mezcla en un bol y, de este modo, podrá tomar el desayuno contigo.