Cuando lleves un tiempo con la lactancia te verás capaz de darle de mamar fuera de casa, ya que cada vez ganarás más confianza.
Una de las ventajas de dar el pecho es que puedes hacerlo en cualquier momento y en cualquier lugar: no necesitas planificarlo, esterilizar ningún artilugio ni calentar ningún biberón. Al principio puede que te dé vergüenza, pero si llevas ropa suelta c una camisa, te resultará más fácil pasar inadvertida a las miradas.
Actualmente, muchas tiendas y centros comerciales disponen de habitaciones para amamantar al bebé, donde podrás alimenta a tu hijo en privado.