
Los alimentos nuevos deben introducirse uno a uno, esperando una semana antes de ofrecer el siguiente, para dar tiempo al niño a que se familiarice con su sabor y observar si se produce alguna reacción adversa-vómitos, diarrea, o aparición de ronchas o granitos en la piel-. En caso de que así ocurriera, es necesario interrumpir su admistración y consultar enseguida con el pediatra. Prepara su primera papilla con un solo alimento. Si empiezas por los cereales, dásela de arroz, y si te decides por la verdura, prepara un puré de patatas.
Tu hijo no necesita muchos alimentos en su primer año de vida. Le llevará un tiempo reconocer los más básicos. Pero tampoco hace falta que le ofrezcas todos los días las verduras; combina unas con otras y harás sus comidas más variadas. Aunque la leche continúa siendo la protagonista principal de su dieta, el 50% de sus calorías
A partir de ahora deberán poco a poco acompasar sus tomas con las cinco que vosotros hacéis: desayuno almuerzo, comida merienda y cena.