1. Elige una leche de sustitución adecuada. Si alguna no le sienta bien, consulta al pediatra.
2. Hazte con un buen equipo. Necesitarás al menos seis biberones y tetinas y un cepillo.
3. El equipo de alimentación tiene que estar limpio. Esterilízalo siempre muy bien.
4. Sigue las instrucciones del fabricante para preparar el biberón