Tu cuerpo se ha sometido a un gran estrés durante el parto. Si has dado a luz vaginalmente, te dolerá debido a los pujos, y estarás agotada.
Quizás te hayan dado puntos y orinar te u resulte muy incómodo; es importante que mantengas la zona limpia y seca. En el posparto es normal sufrir cierta incontinencia; tal vez se te escape el pis al toser, reír o estornudar; por eso son tan importantes los ejercicios del suelo pélvico, que harás durante el embarazo pues ayudan a que el problema desaparezca mucho antes.
Otros efectos negativos del parto son el estreñimiento y las hemorroides. Sigue una dieta rica en fibra (pan, pasta y arroz integral, frutas y verduras) con mucha agua, y procura seguir una rutina para ir al baño a diario. Si pensabas que la cesárea era la opción más sencilla, quizá hayas cambiado de idea. Tendrás una cicatriz dolorosa que te Quemará a la menor presión (reír, coger peso, e incluso sentarte), así que coloca una almohada encima del vientre antes de darle de mamar.
No cojas ningún peso durante las primeras seis semanas. Cuando el útero se contraiga para recuperar su forma y tamaño originales, notarás los conocidos entuertos, que pueden resultar muy dolorosos, sobre todo a partir del segundo hijo.
Te vendrá bien recuperar las técnicas de respiración del parto para aguantar el dolor (el paracetamol también es útil). A pesar de todas estas molestias, no tardarás tanto en recuperar tu figura y volver a ponerte tu ropa. «¡No dejaba de mirarme en el espejo después de dar a luz, me sentid tan ligera y pequeña que no me lo creía!», dice Elena Ávila, de 32 años, que engordó 12 kilos durante su embarazo, y es madre de Emma, de 11 meses.