A partir de los dos años conviene que los niños empiecen a tomar alimentos integrales (pan, arroz…).
- Son alimentos más ricos en nutrientes.
- Previenen y tratan el estreñimiento, y mejoran la circulación sanguínea.
- Previenen la diabetes y el colesterol, y disminuyen el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.
- Ayudan a controlar el peso, entre otros motivos, porque activan el mecanismo de la saciedad antes que los refinados.