Un niño diabético debe beneficiarse de la misma alimentación que goza un niño sin esta enfermedad, pues todos lo menores necesitan de nutrientes que les ayuden a mantenerse en buena salud.
Por eso, la única diferencia es que los niños diabéticos deben tomar alimentos que les ayuden a mantener los niveles de lípidos o grasas en la sangre.
Los mejores alimentos son la fruta y la verdura. También los lácteos, pescado, carne y huevos. Los lácteos deben ser desnatados y los huevos no deben superar los tres a la semana.
Los alimentos que debes evitar darlea tu niño son: leche condensada, quesos grasos, embutidos, bollería, grasas animales y refrescos edulcorados con azúcar.
No olvides…
- Limitar la ingesta de dulces
- Darle de comer frecuentemente
- Controlar cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos consume al día.