Tu hijo ya está totalmente formado y, a finales de este mes, listo para nacer. Su crecimiento continúa a una velocidad de unos 250 gramos por semana!, y cuando llegue el momento pesará algo más de 3 kilos y medirá alrededor de 50 centímetros.
La piel se ha alisado y las arrugas han desaparecido, al igual que el lanugo, aunque pueden quedarle restos en la espalda. Todos los huesos de su esqueleto están soldados, excepto los del cráneo, lo que permitirá a su cabecita «acoplarse» sin dificultad al estrecho canal del parto. Estas zonas sin osificar se denominan fontanelas y no se cerrarán hasta varios meses después de nacer.
También para facilitarle la labor de nacer su piel aparece recubierta por una capa de grasa blanquecina que hará más cómodo su deslizamiento a través del canal del parto, y que le ayudará, una vez en el exterior, a mantener la temperatura corporal.
El bebé regordete, ahora sí, que llevas dentro de ti apenas tiene espacio para moverse, y prefiere aguardar la señal de salida acurrucado en el útero, con la cabeza hacia abajo, los brazos cruz sobre el pecho y las piernas doblada Esperando el gran día…
¿Cuánto durará?
Tu cuerpo continúa adaptándose al volumen del vientre. En este último me frecuentes los cambios de humor. A vuelven el cansancio y el sueño, y otras te sientes con energía suficiente como cambiar todos los muebles de sitio.
Pero lo que sin duda ocupa tus p mientes la mayor parte del tiempo incertidumbre del parto. ¿Cuánto durará? Aunque cada parto es distinto, primeriza es probable que se prolongue más de seis horas. Según algunos expertos, el estado psicológico de la madre puede influir en su duración: si está nerviosa, es posible que la dilatación más lenta. Por tanto, procura ir al hospital tranquila y confiada. En poco ti podrás abrazar a tu hijo.