La monitorización fetal que te realizará al final del embarazo y a lo largo del transcurso del parto ayuda a prevenir muchos contratiempos, En el monitor o cardiotocégrafo se registran en un rollo de papel continuo IDS latidos del Corazón del bebé y también las contracciones de! otero materno, pudiéndose comprobar cualquier alteración.
I / REGISTRA LOS LATIDOS DE BEBE Y LAS CONTRACCIONES
Con la cardiotocagrafia o monitozación se registran en papel los latidos del corazón del bebé y la actividad uterina, es decir, las contracciones. Para ello, sobre el abdomen de la madre colocan un cinturón con uno o dos censores, conectados a un ordenador, según sea una monitorización externa o interna.
- En la primera, que se realiza en el embarazo siempre que la madre no haya reto aguas, ambos sensores se colocan sobre la tripa de la futura mama. Uno mide las contracciones y el Otro el latido fetal
- Si la madre está de parto y la bolsa del líquido se ha roto, se realiza la monitorización interna. se introduce un catéter por la vagina de la madre hasta la cabecita del bebé, para contratar los latidos de su corazón.
2/ SALVA VIDAS
Lo que las pulsaciones del bebé, recogidas por el cardiotocógrafo, nos dicen es si se encuentra bien o si, por el contrario, padece lo que los médicos llaman perdida de bienestar fetal»: si por algún motivo a tu bebé no le llega la cantidad de oxigeno necesaria para que sus órganos sigan funcionando correctamente.
3/ ANTES DEL PARTD, Y DESPUÉS DE LA SEMANA
Cuando el embarazo no Presenta problemas y la madre no tiene enfermedades importantes, como diabetes, lo habitual es que: la monitorización se realice a partir da la semana 40ª, dado que a partir de entonces hay un pequeño repunte en la mortalidad infantil. Antes era frecuente que esta prueba se realizara en la semana 37ª pero los datos han demostrado que no hay claro motivo que la justifique
- En los embarazos de alto riesgo no hay una fecha determinada. El ginecólogo, según como evolucione la gestación y el bebé, determinará cuándo comenzar y cada cuánto tiempo es necesario realizarla.
4/ DURA 20 MINUTOS
La monitorización en el embarazo dorará unos 20 minutos, que es el tiempo que se necesita para poder registrar bien los latidos del feto. Su sonido te tranquilizará, pero al mismo tiempo te llamará la atención lo deprisa que va. El corazón de un bebé tate entre 120 y 160 pulsaciones por minuto. Por debajo o par encima de esta cifra se considera que haya algún problema
5/ EL BEBE TIENE QUE ESTAR DESPIERTO
es muy habitual que en esos 20 minutos que dura la sesión de monitorización el bebé se duerma. En ese caso, aunque dé mucha pena, no te queda más remedio que despertarle, ya que mientras esté con Morfeo no se registra su actividad cardiaca normal. Para ello, es probable que el ginecólogo coloque directamente sobre tu tripa un haz de luz, o que sencillamente te la mueva.
6/ EN El PARTO TE IMPEDIRÁ MOVERTE
En nuestro país, lo más frecuente en todos los hospitales es que, una ved que te pongan el monitor, estés conectada a él durante todo el parto Eso tiene un inconveniente: no podrás caminar por el hospital. Durante un tiempo, se uso un método alternativa a la monitorización llamado telemetría, que consistía en una correa que se ponla en la muñeca de la madre. Pero hay prácticamente no se usa, pues no da una información exacta del estado del bebé y de las contracciones.
7/SI DEIAS DE OIR El CORAZÓN, NO TE INQUIETES
Con la monitorización externa puede ocurrir que, de repente, dejes de escuchar su latido. No te asustes. Quizás se ha movido y en su nueva posición el sensor no capta todavía sus latidos . La enfermera o el médico que están vigilando el monitor colocarán de nuevo el sensor
8/ TE SERVIRÁ EN EL PARTO
Como el monitor registra las contracciones, te puede ser de gran utilidad. Pide a tu compañero que cuando perciba en la gráfica que representa las contracciones que empieza a ascender, te advierta para poder prepararte y tener a punto las técnicas de relajación que las harán más llevaderas. Eso, desde luego, es mucho mejor que el miedo al vacío o a la incertidumbre de no saber qué pasará al minuto siguiente. También, cuando el monitor registre que la contracción ha llegado a su punto álgido y empieza a descender, psicológicamente te ayudará a hacerte a la idea que ya va a terminar
9/ ALGO NO VA BIEN TE HARÁN OTRAS PRUEBAS
Cuando el registro de IGS latidos de tu pequeño demuestra que algo no va bien en el parto, es muy probable que te hagan una segunda prueba, que consiste en la medición del pH de la sangre fetal. Si está por debajo de los valores normales indica sufrimiento fetal. Otro método es la pluxiometria fetal. Para ello, a través ce tu vagina, colocan un sensor en la mejilla de tu bebé que detecta hemoglobina en sangre y permite saber si está bien oxigenado o no.
10/TIENE SUS DETRACTORES
Se critica su utilización de forma continuada y generalizada en el parto, ya que no se ha frenado el número de bebés nacidos con parálisis cerebral, que conlleva en ocasiones la falta de oxigeno, y, en cambio, han aumentado las cesáreas realizadas «por si acaso». Además, obliga a la madre en la dilatación a estar en la cama, cuando quizás preferiría caminar A favor, los especialistas aumentan que gracias a esta prueba no invasiva se descubren casos de sufrimiento fetal que pasarían inadvertidos y que si el ginecólogo observa que el bebé tiene algún problema puede realizar otras más agresivas(medición del pH o pluxiometria) para poder comprobarlo.