En la merienda deberíamos tener productos similares a los del desayuno: fruta (entera o en zumo) un lácteo, y algún cereal.
Estos alimentos aportan proteínas, calcio, carbohidratos, además de vitaminas, minerales y fibra. De vez en cuando, el niño puede tomar embutido bocadillo de jamón, de pavo…), algo dulce (como un par de onzas de chocolates o frutos secos nueces, almendras….
Es bueno habituarle a merendar fruta fresca. Si le damos zumo, mejor que sea natural. Los envasados tienen bastante azúcar y deben consumirse con moderación.
Las posibilidades son infinitas, no caigamos en la monotonía. Algunos ejemplos de meriendas a su medida son:
- Batido casero de leche y fruta
- Pan con chocolate y zumo de naranja
- Helado con barquillos
- Minibocadillo de jamón con tomate y yogur líquido
Sándwich vegetal y vaso de leche
- Queso fresco con membrillo
- Melocotón y yogur natural