A algunos bebés, ya desde que nacen, les encanta aguantar peso con sus piernas. A otros no les gusta nada y si intentas sostenerlos erguidos como si fueran a aguantarse sobre ellas, enseguida dan patadas para evitar esa postura. Los bebés que disfrutan en posición erguida suelen ser los que más tempranamente intentan ponerse en pie apoyándose en muebles y paredes.
La mayoría empieza a hacer sus primeras pruebas entre los nueve y los once meses. Erguirse y ponerse de puntillas apoyándose en el mobiliario es un signo de que la fuerza y el tono muscular de tu bebé son correctos, aunque no debes preocuparte si sus intentos se demoran. En algunos niños media mucho tiempo entre las primeras tentativas de ponerse en pie y los primeros pasos sin ayuda.
La edad promedio a la que los bebés dan sus primeros pasos sin ayuda es de 13 meses. Se ha detectado una relación muy estrecha entre el desplazamiento sobre las nalgas y el caminar tardío. Si el resto de habilidades se están desarrollando con normalidad, es poco probable que haya algún problema. Todos los niños acaban andando, aunque es cierto que algunos tardan lo que a los padres les parece una eternidad.